Si consumir un poco de helado o un sorbo de café le causa dolor de dientes, es posible que sufra de sensibilidad dental. Pero no se preocupe. Esta enfermedad es común y puede tratarse.
Cuando el esmalte duro del diente se desgasta o las encías se retraen, quedan expuestos pequeños tubos microscópicos que se encuentran en la capa del diente que está debajo del esmalte. La sensibilidad dental es causada por la estimulación de las células que se encuentran dentro de estos tubos, las cuales causan un dolor agudo cuando el área entra en contacto con temperaturas altas o bajas mediante alimentos o bebidas, o incluso el aire.
Otra causa de la sensibilidad dental son las grietas en la superficie del esmalte del diente. Los cambios de temperatura extremos hacen que los dientes se expandan y se contraigan. Con el tiempo, se pueden desarrollar grietas microscópicas, que permiten que las sensaciones de frío o calor lleguen a los nervios debajo del esmalte del diente.
Puede controlar el dolor por sensibilidad dental siguiendo estos simples pasos:
¿Sus dientes son sensibles al calor y al frío? Descubra qué puede hacer para aliviar el dolor.
Si sus dientes permanecen altamente sensibles por más de tres o cuatro días y reaccionan tanto a las temperaturas calientes como a las frías, es momento de consultar a su dentista. La sensibilidad puede ser un signo de una caries o pulpa dentaria infectada. Dígale al dentista cuándo comenzó el dolor y si hay algo que le proporcione alivio, como aplicar una compresa tibia.
Si le diagnostican sensibilidad dental, su dentista puede recetarle una opción de tratamiento, como tratamientos en el consultorio (la aplicación de un agente desensibilizante o un recubrimiento protector en los dientes) y productos para el hogar de uso personal. Si su sensibilidad dental es grave y persistente o no puede tratarse por otros medios, su dentista puede recomendarle una endodoncia.
Última actualización: 7 de febrero de 2022
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