El tratamiento de conducto radicular o endodoncia se ha convertido en un recurso confiable para los dentistas al momento de salvar un diente. A veces, el núcleo blando del diente (la pulpa dentaria), que se encuentra en el interior de este, se inflama o infecta. Eso puede deberse una infección profunda, a diversos procedimientos dentales practicados en el diente en cuestión, a fracturas o astillas o también a un golpe en el diente.
Años atrás, los dientes cuya pulpa dentaria sufría alguna afección o lesión se extraían. Actualmente, el dentista lleva a cabo un tratamiento de conducto radicular o endodoncia para extraer la pulpa dentaria infectada y conservar el diente.
Algunos de los síntomas que deben tenerse en cuenta son dolor, sensibilidad prolongada al calor o al frío, decoloración del diente, además de inflamación y sensibilidad en las encías adyacentes. Sin embargo, algunas veces no hay síntomas.
Los dentistas utilizan una variedad de métodos para determinar qué dientes necesitan endodoncia. Una de las primeras evaluaciones es una prueba de percusión, en la que el dentista golpea suavemente la parte superior y posiblemente los laterales del diente para detectar dolor o sensibilidad. Otras evaluaciones incluyen pruebas de sensibilidad al frío y al calor, prueba de sensibilidad pulpar, anestesia o comprobación de caries.
La pulpa dentaria es el tejido blando dentro del cual se encuentran los nervios, los vasos sanguíneos y el tejido conectivo. Está ubicado dentro del diente y se extiende desde la corona del diente hasta el extremo de la raíz, la cual se halla en el hueso maxilar.
Cuando la pulpa dentaria sufre alguna afección o lesión y no se puede regenerar, se muere. Las causas más comunes de eso son la fractura de un diente o la existencia de una caries profunda. Ambos problemas pueden permitir el ingreso de bacterias en la pulpa y causar una infección dentro del diente. Si la infección no se trata, se produce una acumulación de pus en la punta de la raíz denominada absceso. Si no se trata, el absceso puede llegar al hueso que rodea al diente y causar un daño permanente. La pulpa no tratada también puede generarse una infección grave, la cual eventualmente puede causar septicemia.
Si no se extrae la pulpa infectada, se puede producir dolor e inflamación y la infección puede dañar el hueso. Si el diente no es sometido a un tratamiento, es probable que deba extraerse.
Por lo general, el procedimiento se realiza de la siguiente manera:
1. el diente y la zona que lo rodea se adormecen con anestesia.
2. el dentista hace un orificio con el torno para acceder a la fuente de la infección.
3. con una lima de limpieza larga, el dentista elimina la pulpa, las bacterias y el tejido nervioso infectado. Luego lava los lados del canal radicular con agua o hipoclorito de sodio para quitar los residuos.
4. ¡Ya casi está listo! El diente se sella con un empaste temporal o permanente. El dentista quizás elija un empaste temporal si quiere aplicar un medicamento dentro del diente o controlar la recuperación después de varios días. Cuando el diente está listo para el empaste permanente, el dentista coloca una mezcla llamada gutapercha en el conductoradicular y rellena el orificio de acceso con resina o amalgama.
5. Por último, podría necesitar citas de seguimiento para que le coloquen una corona u otra restauración. Esa restauración puede proteger a los dientes debilitados por la infección y el tratamiento.
No deberá masticar ni morder con el diente tratado hasta que su dentista generalista lo haya restaurado definitivamente, ya que podría fracturarse. Asimismo, debe continuar con los hábitos de una correcta higiene bucal: cepillarse, usar hilo dental y realizarse controles y limpiezas regulares. Los dientes que reciben un tratamiento de conducto radicular pueden durar muchos años, incluso toda la vida del paciente.
Una vez arreglado, el diente podría permanecer sano durante toda la vida del paciente, en tanto este cuide de sus dientes y encías. Sin embargo, es necesario someterse a controles de rutina, y es posible que los dientes con tratamiento necesiten una corona, puesto que son más débiles que los dientes sanos. Siempre que las raíces del diente arreglado estén nutridas por el tejido circundante, el diente permanecerá sano.
Todos los dentistas, incluido el dentista generalista con el que usted se atiende, han estudiado endodoncia en la facultad. Los endodoncistas son dentistas especializados que solo practican procedimientos endodónticos, tanto de rutina como complejos. Su especialidad también les permite identificar las causas del dolor bucal y facial de difícil diagnóstico. Su dentista de atención primaria podría derivarlo a un endodoncista para que este lleve a cabo el tratamiento de conducto radicular o endodoncia.
Última actualización: 10 de febrero de 2022
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