¿Está comenzando una nueva dieta? Probablemente esté pensando en su cintura, pero no sus dientes. Sin embargo, las dietas para perder peso pueden tener un fuerte impacto en su salud bucal. Descubra cómo pueden afectar su boca las estrategias de las dietas populares.
Seguir una dieta baja en grasas puede interferir en la absorción de vitaminas solubles en grasa, como la A, la D, la E y la K. La vitamina D es especialmente importante para la salud bucal porque contribuye en la absorción de calcio. Cuando su cuerpo no puede absorber el calcio, sus dientes y huesos comienzan a desgastarse.
Además, la grasa ayuda a que el cerebro produzca dopamina, un químico neurotransmisor que mejora el ánimo. Cuando su dieta carece de ácidos grasos omega-3, su estrés y ansiedad aumentan. El estrés puede causar el rechinamiento de los dientes (bruxismo) y empeorar el dolor de los trastornos de la articulación temporomandibular (TMJ, por sus siglas en inglés).
Por último, los fabricantes generalmente le agregan azúcar a los productos bajos en grasas, para mantener el sabor y la textura. Ese azúcar agregado significa un mayor riesgo de caries.
Puede parecer inofensivo sobrevivir solo consumiendo frutas o vegetales por una semana, pero una dieta tan limitada puede tener consecuencias en la boca y en el cuerpo. Además de los efectos de la malnutrición, los elevados niveles de ácido y azúcar en la mayoría de las frutas pueden dañar el esmalte dental, lo cual hace que los dientes y encías sean vulnerables al desarrollo de caries e infecciones.
Reducir las calorías puede ser una forma efectiva para perder peso, pero reducir la ingesta de alimentos en forma abrupta puede perjudicar la salud, ya deja al cuerpo sin las vitaminas y los minerales necesarios.
La desnutrición es mala en todo sentido, pero en la boca puede significar una debilitación de la mandíbula (lo que causa que los dientes se muevan o se caigan), una reducción del esmalte (lo que aumenta el riesgo de desarrollar caries) y una deficiencia en las encías (lo cual lo hace vulnerable a desarrollar enfermedades de las encías).
Cuando sigue una dieta con pocos o nulos carbohidratos, una forma de saber que está funcionando es sentir que su aliento comienza a oler a quitaesmaltes. El particular aroma a acetona (o a veces a frutas en descomposición) es un indicador de cetosis, el proceso por el cual el cuerpo comienza a quemar grasas en vez de carbohidratos para obtener energía, lo cual libera químicos llamados cetonas.
Puede combatir el aliento a cetona tomando más agua, cepillándose los dientes y la lengua regularmente y masticando refrescantes bucales naturales, como perejil o menta. Sin embargo, no es una sorpresa que la forma más efectiva para refrescar su aliento sea consumir carbohidratos. Y puede ser una buena idea, teniendo en cuenta que los niveles elevados de cetonas pueden causar cetoacidosis, una enfermedad en la cual sus niveles sanguíneos se vuelven peligrosamente ácidos. Un exceso de cetonas también puede hacer que su cuerpo comience a quemar músculo en vez de grasas, causar fatiga intensa e incluso ser perjudicial para el corazón.
Al reducir el flujo de saliva, las pastillas para adelgazar provocan sequedad bucal y le ocasionan una serie de otros problemas de salud bucal. La saliva es una defensa natural contra las caries. No solo contiene químicos que combaten las caries, sino que también ayuda a eliminar alimentos y bacterias. Con una boca más seca, hay más susceptibilidad a las caries y a enfermedades de las encías.
Antes de emprender una nueva dieta, consulte a su médico y dentista.
Última actualización: 10 de febrero de 2022
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