Para ganar el juego de salud dental, debe conocer a los jugadores y el campo de juego. Una higiene, dieta y estilo de vida adecuados son componentes clave de su estrategia exitosa.
El cepillo de dientes es un jugador estrella, pero elegir el correcto puede ser todo un desafío. ¿Recuerda cuando la única diferencia entre los cepillos de dientes era el color? Ahora puede elegir de cuello angular, de cabeza angosta, con cerdas escalonadas… ¿cómo puede saber cuál es el mejor para usted?
Un cepillo de dientes debe tener la estampilla de aprobación de la American Dental Association (ADA, por sus siglas en inglés) en el envoltorio. También debe tener una etiqueta que diga “soft” (suave) y cerdas redondeadas, lo que significa que es suficientemente fuerte para limpiar los dientes y estimular las encías sin lastimarlas.
Un cepillo de dientes eléctrico puede ayudar a quienes tienen dificultad para cepillarse los dientes, pero no está comprobado que limpie mejor que un cepillo común. Y recuerde, el cepillo de dientes se ejercita todos los días, así que debe reemplazarlo cada dos o tres meses o después de resfríos, para mantenerlo en óptimas condiciones.
Los ingredientes de la pasta dental forman una poderosa defensa, con el flúor como el ingrediente clave para combatir las caries. La pasta dental también contiene ingredientes abrasivos. Los ingredientes abrasivos, para limpiar y pulir los dientes, incluyen sílice, alúmina, calcio y niveles bajos de bicarbonato de sodio. Sin embargo, si una pasta dental es demasiado abrasiva, puede dañar los dientes y crear un espacio para que se acumulen las bacterias.
Muchas pastas dentales dicen contener propiedades para evitar la placa y el sarro. Si bien es posible eliminar placa cepillándose con ciertas pastas dentales, los fabricantes deben demostrar a la ADA que su pasta previene la gingivitis para poder manifestar que combaten la placa. Por el contrario, el sarro solo puede ser eliminado por un profesional odontológico. Las pastas dentales que controlan el sarro no combaten el sarro que ya se instaló en los dientes, pero sí ayudan a prevenir que se acumule más.
Los agentes blanqueadores pueden extender el brillo de los dientes después de una limpieza profesional. Pero tenga en cuenta que el peróxido de hidrógeno, que es el ingrediente activo de muchos blanqueadores, puede dañar las encías y el esmalte de los dientes.
El flúor es otro jugador defensivo importante. Este compuesto mineral natural ayuda a retener el calcio y mantiene los dientes fuertes. También demora la producción de ácidos que atacan a los dientes. El flúor se encuentra en el agua y el suelo. También está presente en alimentos y bebidas en distintas concentraciones.
Lamentablemente, en muchas comunidades, el suministro de agua no contiene flúor, y en la actualidad, cada vez más gente consume agua envasada o usa sistemas de filtrado en casa, lo que reduce aún más su ingesta de flúor. Use pastas dentales y enjuagues bucales que contengan flúor para fortalecer los dientes y ayudar a prevenir las caries, en especial, en la línea de las encías.
Ya sea con cera, sin cera, común, con sabor a menta o a canela, elija el hilo dental que más le guste, siempre que lo use con regularidad y de manera adecuada. En lugar de dejar el hilo dental suelto, pruebe con un dispensador o un hilo dental con soporte especialmente diseñado para quienes encuentran dificultad para usar el hilo dental.
Su mayor rival es la placa, la película pegajosa e incolora que se acumula diariamente sobre sus dientes. Como la placa es invisible, debe usar una solución que la haga visible de manera frecuente para verificar que se está cepillando y usando hilo dental correctamente. Puede comprar este tipo de solución en una farmacia o preparar la propia mezclando dos gotas de colorante comestible azul o verde con dos cucharaditas de agua. Hágase buches con la solución, escupa y luego enjuáguese con agua. El color se adhiere a la placa y se ve más oscuro donde la placa es más espesa.
El sarro es el depósito duro que se acumula en sus dientes y que solo un dentista puede eliminar. Se forma con el tiempo a medida que la placa se combina con los minerales que se encuentran en la saliva.
El sucesor no deseado de la placa y el sarro es la caries. Cuando come, las bacterias de la placa transforman los azúcares y almidones de los alimentos en ácidos, que atacan el esmalte del diente. Si no se elimina la placa en forma regular, el esmalte se desgasta y con el tiempo se forman caries.
Las caries se desplazan desde la parte externa hacia el centro del diente. Si no se la trata, una caries puede llegar a la pulpa dental y formar un absceso en la raíz, lo que suele causar un dolor terrible. En este momento, es posible que se realice un tratamiento de conducto radicular o una extracción.
¿Sabía que su estilo de vida puede afectar la salud bucal? Las personas que tienen estilos de vida sedentarios y que no comen bien tienen más probabilidades de sufrir enfermedades periodontales que quienes hacen mucha actividad física y consumen una dieta sana. Siga un estilo de vida saludable y activo, y evite el consumo de alcohol y tabaco para ayudar a mantener su boca en forma.
Su dieta puede jugar a su favor o en su contra. Que la dieta esté de su lado depende de los tipos de alimentos que consume, con qué frecuencia come y el período de tiempo que mantiene la comida en la boca. Algunos puntos acerca de la dieta que debe tener en cuenta incluyen lo siguiente:
Última actualización: 10 de mayo de 2022
La información sobre salud bucal en este sitio web está destinada únicamente a fines educativos. Consulta a un dentista licenciado u otro profesional de la salud para cualquier pregunta relacionada con tu salud bucal.