A principios del siglo XX, investigadores de Colorado descubrieron un estado clínico misterioso: los residentes de ciertos pueblos eran inusualmente resistentes a las caries. Después de ir tras distintas teorías, se llevó a cabo una sofisticada prueba del agua del suministro de la ciudad y el resultado fue sorprendente. El agua contenía altos niveles de un mineral natural llamado flúor.
El flúor es un compuesto mineral natural que se encuentra en el agua y la tierra. También está presente en alimentos y bebidas en distintas concentraciones. El flúor ayuda a prevenir las caries al hacer que la superficie del diente sea más resistente a los ataques del ácido generado por las bacterias que se encuentran en la placa en los dientes.
El flúor también estimula la remineralización, un proceso que agrega minerales como el calcio a los dientes. La remineralización ayuda a arreglar las caries en etapa temprana antes de que se forme una cavidad (orificio) en el diente. Existen dos formas de aumentar la protección del flúor: aplicaciones tópicas y sistémicas.
El flúor tópico se aplica directamente a la superficie de los dientes, que absorbe este mineral. Se encuentra en productos de higiene personal oral, como pastas dentales y enjuagues bucales, los cuales contienen una concentración segura y eficaz de flúor para combatir las caries. Estos productos se enjuagan en la boca sin tragarlos.
Un dentista aplica flúor tópico de manera profesional con espumas, geles o esmaltes, y los deja algunos minutos, generalmente durante un tratamiento de limpieza. Para pacientes con riesgo de caries alto, el dentista puede recetar un gel o pasta dental especiales para el uso diario en el hogar.
El flúor sistémico ingresa al cuerpo por medio del consumo de agua con flúor, suplementos de flúor o alimentos y bebidas. Una vez que se absorbe el flúor sistémico por medio del aparato digestivo, la sangre lo distribuye por todo el cuerpo. El flúor se deposita luego en los dientes que no han salido y están en desarrollo.
También hay flúor sistémico en la saliva, que limpia los dientes constantemente y es una forma de aplicación tópica para proteger los dientes.
Consulte la etiqueta de la pasta dental para asegurarse de que contenga flúor. También debe verificar que esté el sello de aprobación de la American Dental Association (ADA, por sus siglas en inglés) para asegurarse de que la pasta dental contiene la cantidad de flúor adecuada. Si no tiene flúor, considere cambiarlo.
La fluorización del agua es el ajuste a nivel óptimo de los niveles de flúor en el suministro de agua de la comunidad para proteger la salud bucal. Simplemente, al beber agua corriente en las comunidades que cuentan con un suministro de agua con flúor, las personas pueden beneficiarse con la protección del flúor contra las caries. La fluorización del agua en las comunidades de los Estados Unidos se ha implementado durante más de 75 años y se ha demostrado que es la medida de salud pública más eficaz para prevenir las caries en adultos y niños.
Casi todas las organizaciones de salud de importancia, nacionales e internacionales, apoyan la fluorización del agua, entre ellas la American Dental Association, la Asociación Médica Americana, la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
La manera más sencilla y precisa de averiguar es comunicarse con la empresa de suministro de agua local y consultar. Los CDC ofrecen una herramienta interactiva llamada My Water's Fluoride que permite conocer el estado de fluorización del sistema de suministro de agua local.
Si la mayor parte del agua que consume proviene de agua embotellada, se está perdiendo el valioso beneficio del flúor del agua corriente, el cual ayuda a proteger los dientes contra las caries. En la mayoría de los casos, las concentraciones de flúor en el agua embotellada (incluso en algunas que contienen flúor) son inferiores al rango recomendado por el gobierno de los Estados Unidos de 0.7 a 1.2 partes por millón (ppm) de flúor, la cantidad ideal para prevenir las caries.
Si consume agua embotellada principalmente, hable con su dentista acerca de los suplementos que contienen flúor (pastillas o gotas), enjuagues bucales con flúor o geles de flúor tópico.
El flúor se absorbe fácilmente en el esmalte del diente, en especial en los dientes en desarrollo de los niños. En niños pequeños, una ingesta excesiva de flúor puede causar fluorosis dental, que suele ser una decoloración estética o formación de manchas en el esmalte, que se ven como puntos y líneas blancas, o como esmalte picado y manchado de marrón en los dientes que, por lo general, no generan daños.
Los padres deben controlar el uso de pasta dental, enjuagues bucales y suplementos de flúor en los niños pequeños para asegurarse de que no estén ingiriendo demasiado. Consulte a su dentista la cantidad apropiada de pasta dental que debe usar o la dosis adecuada de un suplemento de flúor.
Si le preocupan los niveles de flúor que contiene el agua que consume, llame al departamento público de suministro de agua local o a su empresa de suministro de agua. Si la fuente es un pozo privado, solicite un análisis de contenido de flúor al departamento de salud local o del condado para asegurarse de que los niveles de flúor estén dentro de los límites apropiados.
Última actualización: 20 de diciembre de 2022
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