Las vacaciones de invierno son famosas por los tentadores y ricos dulces, pero eso no significa que usted deba terminar en el dentista con caries en enero.
Cuando consume alimentos azucarados, las bacterias que se producen naturalmente en la boca se alimentan del azúcar y producen ácidos. Estos ácidos desgastan el esmalte de los dientes, los debilita y los vuelve más susceptibles a las caries y a ser receptores de otros problemas, como la gingivitis.
Comer dulces durante todo el día o durante un período prolongado es especialmente perjudicial. Los ácidos nocivos se producen en la boca cada vez que come un bocadillo azucarado.
Mantenga alejadas a las bacterias que causan las caries incorporando estas estrategias a su rutina durante la temporada de fiestas.
Si está relajado o tiene más tiempo libre durante el día o dentro de su rutina matutina o nocturna, puede usar ese tiempo para cepillarse minuciosamente y desarrollar mejores hábitos para el cuidado bucal.
No es necesario cepillarse de manera enérgica para tener los dientes limpios. Al cepillarse los dientes no importa con cuánta fuerza lo haga, sino que utilice la técnica apropiada y que lo haga con meticulosidad. Y eso lleva tiempo. Los dentistas recomiendan que cepille sus dientes durante dos o tres minutos para obtener una limpieza más completa.
Si adquiere el hábito de cepillarse durante dos o tres minutos cada mañana, cada noche y después de cada comida durante las vacaciones, será más sencillo conservar esos buenos hábitos cuando vuelva a su rutina habitual.
Actualizado por última vez: octubre de 2021
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