Los dientes de los niños pueden caerse con facilidad a causa de una caída o un accidente deportivo. Aunque te de miedo en el momento, el diente de tu hijo no tendrá mayores problemas si actúas rápidamente. Esto es lo que deberías saber si tu hijo tiene un accidente que afecte sus dientes.
Primero, examina la boca del niño para evaluar la lesión. Si parece ser más grave que un diente caído, llévalo al hospital para que un médico pueda examinarle el rostro, la boca y las encías. Si la lesión se limita solo al diente caído o flojo, llama al dentista.
Si se afloja el diente debido a un golpe, llama al dentista para que te indique qué hacer. Probablemente, aconsejará que tu hijo coma una dieta blanda durante los días siguientes para que el diente se vuelva a implantar en la mandíbula. Según la gravedad de la lesión, el dentista podría sugerir también una radiografía. Esta es una medida de precaución utilizada para determinar si se ha dañado un nervio o un diente secundario.
No te preocupes. Perder uno o más dientes de leche frontales puede causar un ceceo temporal en tu hijo, pero no tendrá un efecto permanente en el desarrollo del habla o en la alimentación.
Llama a tu dentista inmediatamente para una cita de emergencia. Es crucial llevar a tu hijo y el diente al dentista dentro de los 30 minutos posteriores al accidente, ya que podría ser posible reimplantar el diente con éxito.
Mantener el diente en buenas condiciones y recibir atención inmediata aumenta considerablemente las probabilidades de una reimplantación exitosa. Sigue estos pasos antes de tu cita de emergencia:
Última actualización: 3 de febrero de 2022
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