Cuando llega la temporada de alergias, es posible que tu salud dental no sea tu preocupación principal. Sin embargo, la alergia estacional puede afectar tus dientes y encías. Aquí te explicamos qué debes tener en cuenta y cómo proteger tu boca:
Cuando tu sistema inmunológico batalla contra el polen y el polvo, el dolor sinusal es un problema común. Los espacios huecos en tu cabeza se llenan de mucosidad, causando dolores y molestias en tu cara. Los senos maxilares, los más grandes de tu rostro, están ubicados encima de tu boca. Cuando la presión aumenta en estos senos, puede presionar las raíces de tus molares superiores. Podrías experimentar sensibilidad al calor y al frío o notar un dolor que cambia al sentarte, ponerte de pie o acostarte.
Para aliviar el dolor, prueba con antihistamínicos. Si el dolor de muelas desaparece después de tomar antihistamínicos, es probable que esté relacionado con la alergia. Pero si persiste después de que los síntomas de alergia desaparezcan, o se presenta en un lugar distinto a los molares superiores, habla con tu dentista. Es posible que el dolor sea provocado por una caries.
Las alergias pueden producir sequedad en la boca de dos maneras. En primer lugar, cuando tienes la nariz tapada es más probable que respires por la boca. En segundo lugar, la sequedad en la boca es un efecto secundario de muchos antihistamínicos.
Este estado no es solo incómodo: también aumenta tus posibilidades de desarrollar caries, enfermedad de las encías y mal aliento. Una de las principales funciones de la saliva es eliminar las bacterias nocivas. Esto significa que una boca seca es el lugar perfecto para que las bacterias que producen las caries se multipliquen.
El flujo nasal causado por alergias es una causa frecuente de dolor de garganta. El dolor de garganta puede producir mal aliento, y como se origina en la garganta, lavarse los dientes no será de gran ayuda.
Última actualización: 3 de febrero de 2022
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