Si cuida adecuadamente su retenedor, durará mucho tiempo. Mientras mejor trate su retenedor, mejor lo tratará a usted. Solo tiene que seguir estos cuatro pasos para mantener sus dientes derechos y sanos de por vida.
Asegúrese de retirar el retenedor antes de comer para que no acumule comida ni placa. Lleve el estuche del retenedor con usted y guárdelo allí antes de las comidas. Asegúrese de no envolverlo en una servilleta o pañuelo de papel, ya que alguien podría tirarlo a la basura sin darse cuenta.
Enjuague y cepille el retenedor con regularidad. Esto ayuda a eliminar el sarro que puede acumularse en la superficie. Use pasta de dientes y un cepillo normal, o sumerja el retenedor en un vaso de agua con un poco de bicarbonato de sodio. Si no necesita usar el retenedor muy seguido (por ejemplo, sólo lo usa cada dos noches), guárdelo en un contenedor con suficiente flujo de aire para que no se reproduzcan moho ni bacterias.
La pasta dental y el agua son suficientes para limpiar el retenedor. También puede sumergirlo en agua con bicarbonato de sodio, vinagre suave o tabletas para dentadura postiza. Asegúrese de no remojar el retenedor en lejía o enjuague bucal a base de alcohol. Estos productos pueden dañar el plástico y su boca. Hervir el retenedor es otro error grave. El hervor puede deformar el metal y derretir el plástico.
Nunca se cepille los dientes con el retenedor puesto. El cepillo no alcanzaría algunas áreas grandes de la boca, y podría mover el retenedor por accidente. En cambio, cepíllese y use hilo dental una vez que se haya quitado el retenedor, y luego, cepille el retenedor por separado.
Última actualización: 17 de marzo de 2022
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