Cuidar la salud bucal puede, con razón, pasar a un segundo plano cuando lucha contra el cáncer. Sin embargo, es importante que trabaje con el dentista antes, durante y después del tratamiento contra el cáncer para mantener su salud dental.
Es importante que consulte al dentista para hacerse un examen exhaustivo al menos dos semanas antes de comenzar la quimioterapia. Consultar al dentista antes de comenzar la quimioterapia le da tiempo para tratar cualquier problema de salud bucal menor, como un empaste, sin preocuparse acerca de los efectos secundarios de la radiación.
Esto permite que el dentista confirme al oncólogo que usted no tiene ninguna enfermedad preexistente que se vería afectada por la quimioterapia, como una infección dental.
Si bien la quimioterapia mata las células cancerosas, también disminuye su recuento de neutrófilos. Estos glóbulos blancos útiles combaten las infecciones y mantienen la boca saludable. Cuando su recuento de neutrófilos disminuye, tiene un mayor riesgo de infecciones dentales, como caries y enfermedad de las encías.
Mientras se somete a quimioterapia, esté atento a cualquier cambio en la boca y siga cepillándose los dientes y usando hilo dental con regularidad.
La boca estará más sensible de lo habitual, pero comer bien es fundamental cuando tiene cáncer. Las buenas opciones son puré de papas, huevos revueltos, cereales cocidos (avena) y yogur. Mastique lentamente y coma pequeños bocados. Trague la comida con un poco de líquido si ayuda.
Evite los alimentos crujientes o picantes, como las papas fritas y la salsa, o cualquier cosa con alto contenido de azúcar, como los caramelos o el jugo. No use palillos de dientes, porque tiene un mayor riesgo de infección si se raspa o corta las encías o las mejillas. Evite el tabaco y el alcohol.
Además de ser más propenso a las infecciones, también puede desarrollar un tipo de “efecto dominó” de problemas dentales:
El oncólogo y el dentista trabajarán juntos para ayudarle a controlar los efectos secundarios y otros problemas que pueden desarrollarse durante este tiempo. El dentista también puede mostrarle cómo cuidarse la boca durante el tratamiento para aliviar cualquier dolor o llaga que pueda desarrollar, incluido recetarle un gel tópico para proteger sus dientes.
Lo más importante es ser proactivo. Informe al dentista que tiene cáncer y que se someterá a quimioterapia. Recuerde visitar al dentista dos semanas antes de comenzar el tratamiento para un examen completo. Una vez que comience la quimioterapia, revise el interior de la boca cuidadosamente todos los días en busca de llagas, sangrado u otros problemas.
Debido a que la quimioterapia secará las glándulas salivales, es fundamental que mantenga la boca húmeda. Puede hacerlo bebiendo mucha agua, masticando chicle sin azúcar, chupar trocitos de hielo o usando un sustituto de saliva, que puede comprarse de venta libre o ser recetado por su médico o dentista. Este puede recomendar lo que sea mejor para su situación.
No olvide cepillarse los dientes, la lengua y las encías todos los días, y use un cepillo de dientes extrasuave para no lastimarse la boca. Si el cepillado le causa dolor, intente suavizar las cerdas durante un minuto en agua tibia antes de cepillarse. Use hilo dental todos los días, pero si una sección de las encías duele o sangra, evite esa área.
Use enjuagues bucales sin alcohol y enjuáguese la boca con frecuencia con una mezcla de bicarbonato de sodio, sal y agua tibia.
Sobre todo, si le duele la boca, llame al dentista.
Última actualización: 1 de abril de 2022
La información sobre salud bucal en este sitio web está destinada únicamente a fines educativos. Consulta a un dentista licenciado u otro profesional de la salud para cualquier pregunta relacionada con tu salud bucal.