En algún momento de su vida, es posible que necesite que le reemplacen uno o más dientes. ¿Debe elegir un puente o un implante? Ambas opciones tienen un largo historial como reemplazos confiables de dientes, pero cada una tiene ventajas y desventajas.
Un implante es un “anclaje” que se inserta quirúrgicamente en la mandíbula que sirve como base estable para un diente artificial de reemplazo.
La cirugía de implante es un proceso de tres pasos que se realiza en el consultorio de su dentista y que puede llevar de cinco a nueve meses o más, según el tiempo que su boca tarde en sanar después de cada paso.
Un puente tradicional es una prótesis dental permanente. Consta de dos coronas con un diente artificial en el medio que reemplaza un diente faltante. Las coronas y los dientes artificiales pueden estar hechos de oro, aleaciones, porcelana o una combinación de materiales, y se fabrican en un laboratorio como una sola pieza.
El dentista le da forma (lima) a los dientes a cada lado del diente artificial para colocarle coronas.
El dentista cementa el puente en la boca.
Si le falta un diente durante mucho tiempo, un puente podría ser una mejor opción porque su mandíbula no puede asegurar correctamente un implante. Puede recibir un injerto óseo para que la mandíbula pueda sostener un implante, pero este procedimiento requerirá tiempo y costo adicionales.
Un puente generalmente es menos costoso que un implante. Al igual que con cualquier procedimiento mayor, averigüe qué cubre su plan dental; muchos planes pagarán un puente, pero no un implante. Pídale a su dentista que nos envíe un presupuesto previo al tratamiento para que sepa por adelantado cuáles son sus gastos directos.
Última actualización: 21 de septiembre de 2021
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