Si tiene un diente dañado o con caries, su dentista probablemente le haya recomendado una corona. A pesar de que una corona es uno de los procedimientos dentales más comúnmente realizados, es importante entender exactamente qué es y cómo ayuda, en especial para compararla con otras opciones que podría haber disponibles.
Una corona, en pocas palabras, es una cubierta para reemplazar la estructura dental perdida por daños o caries. También se le llama comúnmente “revestimiento” o “funda”, porque cubre la parte superior del diente.
Hay varias razones para considerar colocar una corona:
Lo bueno de una corona es que puede usarse junto a otros procedimientos, como un puente o un implante:
Al igual que muchos otros procedimientos dentales, la colocación de una corona es un proceso de varios pasos, pero no es particularmente difícil. La parte más importante es asegurarse de que la corona se ajuste correctamente al diente que va a cubrir.
Una corona, por lo general, está hecha de porcelana, metal (como oro o acero inoxidable) o una combinación de ambos. Las opciones pueden incluir las siguientes:
Una corona puede ser una gran opción si necesita proteger un diente y, si la cuida, es probable que dure de 10 a 20 años.
Se aplican las reglas habituales: cepille y use hilo dental diariamente, haga visitas regulares a su dentista y consulte si algo parece estar fuera de lo común.
Última actualización: 7 de febrero de 2022
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