Cuando comienza el año escolar, hay mucho en qué pensar: los materiales escolares, las actividades extracurriculares y el encuentro con los nuevos maestros y compañeros de clase. Con un regreso a la escuela tan ajetreado, algo que con frecuencia olvidamos es pensar acerca de la salud bucal de nuestros hijos.
Anualmente, los niños pierden valiosos días de clase por problemas dentales. Según los CDC, se pierden en promedio 34 millones de horas de clase por año por cuidados dentales no planificados (de emergencia).
Además, una mala salud bucal puede afectar la asistencia y el desempeño en clase de los niños. De hecho, según el programa CATCH Healthy Smiles que equipa a las escuelas para enseñar a los niños la importancia de una buena atención de la salud bucal, los niños con una mala salud bucal tienen el triple de probabilidades de faltar a la escuela y el doble de probabilidades de tener un mal desempeño.
No es de extrañar que los estudiantes saludables sean mejores aprendices, y tanto los padres como los maestros resultan fundamentales para garantizar que los niños pasen más tiempo en sus escritorios aprendiendo en lugar de estar en el consultorio del dentista.
El papel que pueden desempeñar los maestros en la educación sobre la salud bucal
Los maestros juegan un papel esencial en la comunicación con los niños transmitiéndoles que posiblemente no asisten al consultorio dental con la frecuencia necesaria. Dado que su interacción con los estudiantes es diaria, los maestros pueden tener un impacto significativo en los hábitos de salud bucal de los niños.
Una forma de presentarles a los niños un cuidado bucal adecuado es ejemplificando hábitos buenos para los dientes en el salón de clase. Esto puede incluir decirles a los estudiantes que se cepillará los dientes después del almuerzo o compartir historias acerca de cuán saludables y limpios quedaron sus dientes después de una consulta reciente al dentista.
Una excelente manera para que los niños practiquen las habilidades de cepillado es a través de actividades prácticas de cepillado que pueden ser útiles para lograr la destreza que necesitan para cepillarse y usar hilo dental de manera efectiva. Una actividad divertida y fácil de hacer en el salón de clase o en casa con los estudiantes más pequeños es hacer una boca grande como la de un monstruo y luego cepillar y usar hilo dental alrededor de cada uno de los dientes hechos con botellas de plástico.
Incluir la salud bucal como parte del programa de estudios enseña a los niños la importancia de mantener los dientes saludables, el motivo para cepillar y usar hilo dental todos los días, y el hecho de que ir al dentista no tiene que ser una experiencia atemorizante. El programa CATCH Healthy Smiles ofrece actividades y herramientas que los maestros y las escuelas pueden descargar y usar sin costo para promover la educación en salud bucal en las escuelas primarias.
¿Qué pueden hacer los padres y maestros para ayudar a los niños a formar hábitos buenos para los dientes?
Es importante cuidar los dientes de leche (primarios) para proteger los dientes de adulto. Esto se debe a que las bacterias que infectan un diente de leche con caries pueden avanzar hasta la base del diente y causar una infección peligrosa en el hueso debajo de las encías, lo que dañará los dientes de adulto que aún están en desarrollo.
Lo más importante es que los niños nunca deberían sentir dolor en los dientes. Si un niño dice que le duele un diente, es necesario que un dentista lo atienda en un lapso de 24 horas para revisar el área, ya que el dolor podría ser la primera señal de un problema más grave. Las caries infantiles son la enfermedad más común en los niños y pueden causar problemas físicos, emocionales, sociales y económicos en la adultez. Por eso, es importante consolidar hábitos de salud bucal adecuados a una edad temprana y establecer una rutina saludable para una vida llena de sonrisas felices.
Como dentista y como madre, he aprendido que la mejor manera de enseñarle a mi hijo pequeño es dando el ejemplo con una buena higiene bucal, y eso puede hacerse en casa y en el salón de clase.
Tanto padres como maestros pueden seguir estos consejos para ayudar a los niños a formar hábitos buenos para los dientes:
Las caries son contagiosas
Algo no tan conocido es que las caries son contagiosas y pueden propagarse. Les digo a mis pacientes que piensen en la boca como una piscina donde juegan 20 niños. Si un niño tiene gripe, cierta cantidad de niños que naden cerca eventualmente también tendrán gripe.
Lo mismo sucede con las caries, porque las bacterias que provocan caries pueden transmitirse de una persona a otra. Esto significa que, si compartimos alimentos y bebidas con otras personas, usamos los mismos cubiertos o besamos a alguien, los ponemos en riesgo de propagar las bacterias de nuestra boca a la de ellos, lo cual puede provocar caries. De manera similar, si una caries comienza en un diente, se propagará a los dientes contiguos y, en última instancia, a toda la boca.
Por lo tanto, si tan solo un miembro de la familia evita el cuidado dental, pone a todos en un mayor riesgo de caries (y enfermedad de las encías, que es causada por otras cepas de bacterias que también se contagian). Entonces, padres y maestros debemos hacer correr la voz de que las caries son contagiosas al igual que un resfrío, y debemos ayudar a los niños a tomar medidas para prevenir el contagio.
Enseñar a los niños a cepillarse correctamente
Un estudio de observación de desempeño en el cepillado de dientes en niños de 12 años reveló que más de la mitad omitió al menos una sección de la superficie interna de los dientes. Esto se debe a que los niños no tienen la destreza manual ni la atención para cepillarse de manera efectiva.
Si un niño tiene linda letra y está dispuesto a pararse frente al espejo y dedicarle dos minutos de atención a la tarea, luego podrá cepillarse los dientes adecuadamente sin supervisión. La mayoría de los niños pueden cepillarse de manera efectiva aproximadamente en 4to o 5to grado, pero cada niño se desarrolla a su propio ritmo y requiere un control regular del cepillado por parte de un adulto para garantizar la eliminación de placa.
Los padres pueden enseñar a sus hijos a cepillarse de manera correcta dejando que se cepillen primero y haciendo luego un seguimiento para asegurarse de que cepillen cada uno de los dientes. Los niños deben cepillarse haciendo círculos pequeños en un ángulo de 15 grados hacia arriba contra la línea de las encías, ya que es allí donde se acumula la placa.
Una buena práctica con los más pequeños es dejar que se acuesten cuando se cepillan los dientes. De este modo no solo podrá ver mejor los dientes y el interior de la boca, sino que además esta posición ayuda a prepararlos para cuando deban recostarse en el sillón para que el dentista pueda revisarlos.
Consejos esenciales de cepillado para niños
Por último, haga que sus hijos vayan al dentista antes del primer año de edad y luego, por lo general, dos veces al año para un control, a menos que el dentista recomiende consultas más frecuentes. Las consultas regulares al dentista ayudan a detectar problemas de manera temprana antes de que sean dolorosos y que impliquen faltar a clase o provoquen un daño irreversible. Los dentistas pediátricos están capacitados especialmente para atender a niños pequeños y a niños y adultos jóvenes con necesidades especiales.
Ahora más que nunca, la experiencia dental es positiva, agradable y puede resultar divertida. Con la ayuda de padres y maestros a través de actividades divertidas de cepillado, ejemplos de una buena conducta de cuidado bucal y la enseñanza de técnicas adecuadas para cepillar y usar hilo dental desde el principio, los niños contarán con hábitos buenos para los dientes que durarán toda la vida.